Un articulo de Kevin Lluch en EcoHabitar
En una reciente visita a la Comunidad de Los Portales, Luciano Furcas, buen amigo y sabio divulgador de la permacultura, nos dijo que lo que nosotros hacíamos era “Permacultura Humana”. Siendo mis conocimientos en permacultura bastante limitados, su afirmación me intrigó y me estimuló a querer saber un poco más al respecto. Y me sorprendió mucho descubrir que los principios de la permacultura se aplican perfectamente a la vida en comunidad. A través de ellos os cuento los rasgos esenciales de nuestra experiencia.
La permacultura nos habla de como “crear hábitats humanos sostenibles siguiendo los patrones naturales, es decir de la durabilidad de los sistemas naturales vivos y de la cultura humana”.
Treinta años pueden no ser nada en la escala de la evolución del cosmos, pero en la escala de la durabilidad de los proyectos comunitarios en nuestras sociedades modernas, podemos decir sin falsas modestias que son muchos años.
En nuestro caso, todo empezó allá por los últimos años 70, cuando un grupo de personas se reunieron en Bruselas alrededor de una terapeuta y analista jungiana con un compromiso creciente con un trabajo interior, con un camino de autoconocimiento y de evolución personal. Además del psicodrama y otras técnicas psicoterapéuticas y/o chamánicas, la herramienta principal de este trabajo eran los sueños. Los sueños, que constituyen la vía regia para acceder a las dimensiones ocultas o desconocidas de nosotros mismos, nos hablan de nuestras zonas de sufrimiento así como de nuestras estrategias defensivas ante dicho sufrimiento, pero también nos abren camino hacia nuestro potencial dormido, a todo aquello que podemos llegar a ser, tanto individualmente como de forma colectiva.
Este texto es solo un resumen del articulo completo publicado.